Honrando al Padre Sol y su sagrada Presencia en la Tierra a través de las estaciones.
Ceremoniamos los Solsticios y Equinoccios para agradecer la bendición de los ciclos de Mamita Naturaleza, que con tanta sabiduría permiten la renovación de la Vida. Cada estación con su sagrada medicina.

Solsticio de Invierno, la noche más larga del año, que simboliza el final de la oscuridad y el regreso de la LUZ…, iniciando así un Nuevo Año Solar.
Nos reunimos al amanecer para celebrar la Vida, celebrar la Luz del Espíritu y recibir y bendecir los primeros rayos del Nuevo Sol, alinead@s con los ritmos de la naturaleza y las energías de la Pachamama y el Cosmos.
Ceremoniamos alrededor de un Fuego Sagrado, que en nuestro amado planeta representa a la Conciencia Solar…, honrando y agradeciendo las bendiciones de la Abuela Invierno.
Solsticio de Verano, la noche más corta del año, que da inicio al ciclo de cosechar lo sembrado en la primavera, dentro de la tierra preparada en el otoño y con las semillas elegidas en el invierno.
Nos reunimos al atardecer, agradeciendo al Padre Sol por la bendición de la Vida como la conocemos en este plano de realidad, agradeciendo a Gran Espíritu (Dios, Diosa, Wakantanka, Gran Misterio, Manitú, Alá, Shiva… y todos los nombres con los que el corazón humano reconoce a la Divinidad) por nuestro poder de crear con-ciencia, agradeciendo a la Madre Tierra por el goce de la cosecha y por su forma amorosa y dulce de recordarnos la confianza. Nutrir el confiar en que siempre llega un nuevo tiempo de cosechar… y que cosechamos exactamente lo que sembramos. Honrando profundamentecorazón la medicina del Abuelo Verano.
En los Equinoccios, el día y la noche tienen igual duración…, lo que simboliza el equilibrio entre lo consciente y lo subconsciente, entre lo revelado y lo misterioso, entre la Luz y la Sombra, entre el Yin y el Yang.
La energía de este período favorece la visión del Propósito más elevado, en el que nada es mejor y nada es peor…, sino todo simplementecorazón ES.
Equinoccio de Primavera, la Tierra reverdece con el regreso de la Luz… y nosotraos con ella.
Nos re-unimos a celebrar y agradecer Al Abuelo Primavero por el renaSER de la Naturaleza, adentro y afuera. Germinando las nuevas posibilidades…, tomando conciencia de la importancia de regar. La Vida nos apoya con el 50%…, la otra mitad es nuestra responsabilidad, ejercitando nuestro Libre Albedrío.
Equinoccio de Otoño, la Naturaleza entra en modo soltar, liberar, depurar, aligerar…, honrando lo que ya cumplió su ciclo y no tiene más oficio ni beneficio. Abuela Otoño nos ayuda a activar el cernidor…, y si lo hacemos con-ciencia sucede de manera sabia y amorosa…, más si resistimos, pues sucede en modo brusco, intenso, sacudido.
Ceremoniamos para honrar y agradecer la guía sabia de la Naturaleza…, valiosísimo hilo conductor para que nos resulte cernir voluntariamentecorazón, con plena con-ciencia.